domingo, 1 de octubre de 2017

FINDE DE DE VUELTA A GREDOS

Tenía claro que me apetecía echar un rato por Gredos, allí casi empezó mi "enganche" a la montaña, en plan, realmente montaña, hace ya... no recuerdo los años.
En un viaje con la Agrupación Emeritense de Montañismo, alquilamos un microbús y nos desplazamos unos cuantos, en invierno, a echar unos tres o cuatro días.
Agrupacón Emeritense de Montañismo en Gredos
En ese viaje realicé mi primera ascensión al Almanzor (2.492m) y recuerdo perfectamente que estuve cerca de media hora en la Portilla del Crampón, cargada de nieve, como casi no la he vuelto a ver en años. Nos aseguramos con un cordino, que apenas llegaba al último paso. Llevaba mis botas Boreal de color verde, cramponables, pero de treking. Después ya me hice con unas Mali y las míticas Kamet Enduro. También llegué a portar unas Bestard de piel...sin dejar atrás is Koflach "Viva Soft" de plástico. Ahora, parece que sin las Sportiva Nepal, casi no podemos hacer mucho.
Recogía a Antonio a las 16 en Cáceres y el tirón nos plantamos en la plataforma, previo pago de la "tasa" de la barrera de 2,50€, la primera vez que pago para acceder.
Preparamos el material, cuerda, friends, empotradores, casco y arnes, y vamos marchando a buen ritmo hacia la laguna. en 1h30 estamos soltando las mochilas en la "terraza" del Elola.
La alegría de volver
Entonces entramos en la duda de qué hacer el Sábado, si sólamente patear, o darle a alguna vía de escalada, y es que tras revisar los croquis que nos facilitaron en el refugio, nos entró un considerable canguelo al no encontrar mucho de nuestro agrado... y de nuestro nivel. Así que decidimos hacer la mochila con algo de material y acercarnos al tercer hermanito. Allí ya decidiríamos.
A las 7:30, después de casi dormir alguna hora, gracias a los brutales ronquidos de alguno de los que allí "descansaban", desayunamos, pan tostado y mantequilla, y nos pusimos marcha a la Portilla de los Machos.
Hacemos la subida con calma, y mirando hacia arriba, observando cada uno de los hermanitos, y tratando de decidir por dónde acceder.
Tomamos la portilla de los Hemanitos, y empezamos una escalada sencilla, en la que decidimos encordarnos y meter algún seguro, no tenía dificultad, pero después de tantos años sin escalar nada, la seguridad que nos proporcionaría era necesaria.
Empezando aventura
Después del primer largo, empezamos una escalada un poco más vertical en la cara suerte, con algún paso algo más complicado por el patio a nuestros pies, no por la dificultad del paso en sí, que no sería más de -IV, pero pronto empezó un fuerte viento y lluvia, que no nos hizo pensar dos veces en la retirada, eso, unido a que sólo llevábamos una cuerda de 65m.
Entonces replanteamos, descendemos y volvemos a subir dirección a la Portilla  de los Machos, allí el viento pegaba bastante fuerte, con rachas que te obligaban a agacharte para alcanzar algún agarre con las manos.
Empezamos el Cuchillar de Navajas dirección al Sagrao, con unos pasos bastante aéreos y que hace unos años, no nos atrevimos a realizar, en invierno, y en esta ocasión le dimos con bastante seguridad, aunque con cierto respeto. La caída era considerable hacia el inicio de la Portilla Bermeja.
La cresta es espectacular, con unos pasos realmente bonitos, y unas vistas espectaculares. Aún nos genera alguna duda ascender a algunos picos de la zona. Supongo que Antonio querría controlar mi excitación, previa petición de Belén, y que no hiciera "barbaridades" que pudieran volver a darnos el susto.
Los Hermanitos y el Almanzor
Al finalizar el Cuchillar, los espectaculares Cubos colocados tras el Sagrao, nos generan una increíble imagen, de esas que perduran en la mente. ¿Cómo llegarían a colocarse esos cubos de una manera tan equilibrada y perfecta? Parece que alguien llegó a colocarlos en esa posición perenne.
Bajamos a la la portilla Bermeja y ascendemos hacia el Pollo, para aparecer en la portilla del Crampón por la parte de atrás, permitiéndonos de nuevo unas espectaculares imágenes. Este itinerario no lo había realizado nunca, y fue realmente un acierto ir por el, ya que antes dudábamos si seguir hacia el Alamanzor o bajar directamente al Refugio.
Ya que pasamos a los pies del Almanzor, decidimos hacer cima en el, y no fue algo de los que nos sintiéramos demasiado orgullosos, porque nos decepcionó enormemente los lavada que estaba la piedra, consecuencia de las múltiples ascensiones. Los pasos, relativamente delicados, llegaron a costarnos algo más de lo esperado, sobre todo al descender, y constantemente nos preguntábamos, ¿cómo puede llegar a haber gente tan irresponsable que ascendiera con las zapatillas de calle?.
Tras bajar nos dirigimos a la derecha para terminar por el Cuchillar de Ballesteros, otro gran descubrimiento para mi, que si hubiera llegado a realizarlo alguna vez antes de esta ocasión, no lo estaría reconociendo.
En Cuchillar de Navjas
Finalmente la bajada hacia el Refugio lo realizamos por la canal de los Geógrafos, que tiene una zona espectacularmente encajonada entre paredes. Entonces empezó a llover, y en esta ocasión con algo más de fuerza, pero ya estábamos llegando, y pudimos, incluso, trotar un poco para llegar antes al refugio.
Recogida del material y esperar a la cena.
Después de tanto esperar, llegamos a rajarnos y quisimos volver esa misma noche a casa, puesto que la mañana del domingo se presentaba bastante lluviosa. Pero ante el riesgo evidente de perder el importe de la reserva del refugio, decidimos dar un paseo por la laguna y esperar a la cena. Lentejas y filetes con salsa de tomate.
Mientras cenábamos, llegaron Inés y Juanfran, así que después de la cena pudimos echar un rato en la "terraza" del refugio antes de irnos a dormir, y soportar de nuevo las vibraciones de la respiración de mis vecinos de habitación, el Morezón.
El domingo amaneció como era previsible, lloviendo, y no precisamente suave, así que recogida de todo el material con cierta prisa y en 1h20' nos plantamos en el coche, completamente calados.

Plaa del Moro Almanzor.
Pese a la bajada moral, de sentir que no estoy nada en forma, de ver cómo he perdido tanta fuerza como tenía antes, he de reconocer que he disfrutado como pocas veces. Las imágenes que se grabaron en mi mente en tantos puntos por los que pasamos, hicieron de esta salida una de las más bellas que he vivido en Gredos. Será por sentir que vuelvo a uno de los lugares que tanto he visitado y en los que aprendí tanto.
El volver a recorrer algunos pasos de las dos ediciones del Ultra Trail de Gredos, no me supusieron excesiva "pena" de pensar que no volvería a hacer una carrera de esas, porque sentía, que aunque de otra manera, seguiría disfrutando de ello.
Porque sentía que volvía 7 años atrás, cuando la montaña era lo que es, una montaña, y como tal hay que disfrutarla.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Me ha parecido reconocer en la foto a Iratxe y Eva, puede ser?.
Enhorabuena por tu regreso!

Javi dijo...

Iratxe, Mamen y la otra chica creo q era de Badajoz. Javi Plá, Juanfran, Raúl, Gabi,Fernando, Rodri(creo), Valentín y yo.

lala dijo...

Un poco más y nos vemos allí, disfruta de ella como tú sabes amigo��