Hay carreras que se
corren con el corazón.
Y esta fue un claro
ejemplo de ello. Llevaba toda la semana resfriado, o con gripe.
Aunque nunca pensé en no ir a la carrera, pero si en que si no podría
cumplir el objetivo de hacer 6h. Iría y la acabaría fuera como
fuere.
El Doñana Trail
Marathon es una carrera relativamente sencilla, donde, creo, la
estrategia es la clave del éxito, tanto si vas a hacer marca como a
acabarla simplemente. No dejan de ser 73 km, que aunque prácticamente
llanos, pero pueden llegar a hacerse eternos.
Mi estrategia era
sencilla, hacerla a la inversa que el año pasado, y correr tranquilo
los primeros kilómetros y a partir del 45-50 subir algo el ritmo.
Hasta el 50 querría correr a una media de 5:30 y desde ahí, tratar
de hacer los 20 restantes entre 5 o 5:20 min/km. (5h 50'-6h)
Apoyo incondicional... |
El inicio, aún así
fue demasiado rápido y en lo 35km ya iba demasiado por debajo, a
5:10 min/km, pero con unas sensaciones extraordinarias, para las
condiciones en las que iba. Pero a partir del km 20 empecé a notar
algo en el pie derecho, que tenía toda la pinta de llevar el nombre
a ampolla. No es que doliera, pero si incomodaba bastante. En el avit
del 30 paré a ver en qué condiciones estaba, porque de la molestia
pasó a dolor, y la imagen fue mucho más impactante de lo que
esperaba. Y es que tenía una burbuja completamente llena de sangre.
A todos los corredores que pasaban les pedía una aguja y lo más que
me ofrecían era un imperdible medio oxidado… así que la mejor
opción sería cortarla con un plástico de envoltorio de un
ibuprofeno. Tenía decidido que no iba a seguir, porque no creía que
con eso aguantara mucho tiempo, pero llegó mi amigo Marcos que iba
también jodido, y como iba caminando, decido ir con el a ver hasta
dónde llegaba. Un buen pegote de vaselina y a andar.
Esa cara... pensando en parar ya. |
Sobre el 35 en el
Quema, avituallamiento lleno de avispas que apenas te dejaban hueco
para comer un poco, sólo agua y al 39 donde estaba la familia. Hasta
allí reflexioné, y aunque no me faltaba demasiado para que me
dijeran que me retirara, nadie se pronunció, se ve que tampoco
llevaba buena cara. Al cambiar el calzado y los calcetines, vi que no
estaba tan mal la ampolla, otro viaje de vaselina y a trotar de
nuevo.
Los km iban cayendo
poco a poco y casi sin darme cuenta llegaba a Hinojos, sobre el 50,
donde esperaba ver de nuevo a Belén, los críos, Marta y Cuevas,
pero allí no quedaba nadie. Uf pues no me quedaba otra que seguir.
Desde aquí ya había que llegar!! |
Sucede una cosa
curiosa, que también pasó el año pasado, pasas del km60 al 65 en
apenas 10 minutos, es el tramo más rápido… los carteles estaban
un poquito mal puestos.
Sobre el 68 estaría
el último avituallamiento, donde encontré a Marcos de nuevo, ya
retirado y a Jesús, que se enfrentaba a su primera carrera larga y
logró terminar exitoso. Enhorabuena.
Ya no sabía ni cómo
apoyar el pie, a veces corría de puntillas, otras veces normal…
pero lo cierto es que me empezó a aparecer un dolor brutal a falta
de 11 km en la parte derecha del pie.
Vamos una penuria de
carrera.
Pero que al final,
terminé, casi dos horas más que el primer año, pero termine...
Si no hay aguja... |
Cuando me faltaban
unos 100m allí estaban todos, mi hermana me dió a mi sobrino, y a
mi lado Iván y Héctor. Yo llevaba el nombre de Lucas escrito en el
dorsal, todos imaginarían que sería el mío. Al cruzar en meta se
escuchó bien alto el nombre de Lucas. Nada más atravesarla le dije
casi entre lágrimas, que el mismo coraje que le puse yo a esta
carrera lo tenía que poner él a partir de ahora.
Debo reconocer que no
disfruté nada de esta prueba, es más la llegué a odiar con todas
mis fuerzas. Pero la lección está bien aprendida, hay veces que
cuando tu cuerpo no puede más, y tu cabeza le manda parar
constantemente, sale algo del corazón, que te empuja y empuja. Que
hace que no sientas tanto dolor, que los pensamientos se queden
perdidos con cada una de las huellas de las zapatillas en la arena.
Y eso lo tenemos
todos, sólo hay que dar con ese coraje, encontrarlo y explotarlo,
para conseguir tus objetivos.
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EL RECORRIDO
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