Allí mirando al mar, le dijo "tengo algo importante que contarte".
Ella acababa de llegar de viaje con unos amigos. Habían estado de camping. Bañándose en unas pozas y haciendo algunos senderos. Caminando por el monte.
Como siempre en estos lugares estás como ausente de todo, parece que no existe mundo detrás de ti. Sientes que no sabes qué. Estás, entre las montañas apartado de todo, en la naturaleza, y allí parece que no hay problemas.
En el coche su padre y ella miraban cómo se movían tímidamente los árboles del paseo. Era por la tarde y corría un poco de aire.
"Tu madre está enferma, hija"
Su corazón empezó a latir, fuertemente porque no le gustaba nada cómo había empezado la conversación.
No le gustaba ni el sitio donde estaban, aunque en otros momentos podría parecer de los mejores lugares.
"No saben si podrá estar con nosotros tres o cuatro meses más"
Las lágrimas empezaron a caer.
No tenía más detalles.
Ella calló.
Luego preguntó "¿Qué le pasa?"
A partir de ahí no recordaba nada más.
Sólo que nunca llegaría ese momento.
Ese momento llegó, más tarde.
Pero nunca pensaría que llegaría ese momento. Y ese momento parece que aún no ha llegado.
Y sigue saliendo a hacer senderos, a caminar, a subir montañas, porque ahí no hay problemas. Porque parece que detrás no hay mundo. Porque estás ausente de todo.
Porque allí está más tranquila consigo misma.
Como antes de saber nada.
Porque no quiere saber más.
1 comentario:
Well done
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